Contenido
Hacer ejercicio sin calzado es una actividad muy específica. Hay que empezar a practicar cualquier actividad con calma y ver si el cambio produce algún tipo de dolor.
El calzado descalzo y minimalista se ha hecho muy popular entre algunos deportistas y atletas en los últimos años.
Y hacer ejercicio descalzo -o con lo mínimo posible en los pies- tiene algunos beneficios claros. Pero también conlleva algunos riesgos.
¿Está bien hacer ejercicio sin zapatos?
La idea de ejercitarse sin zapatos, cuando se piensa en ello, tiene mucho sentido. Después de todo, la humanidad nació descalza y muchas culturas de todo el mundo tradicionalmente corren, trabajan y viven descalzas.
Sin embargo, no siempre resulta adecuado para la mentalidad moderna. Estamos tan acostumbrados a llevar, y en cierto modo a depender, de los zapatos. ¿Qué podemos pensar entonces de la reciente tendencia de hacer ejercicio descalzo?
Los beneficios
Los defensores del ejercicio descalzo esgrimen algunos argumentos bastante convincentes, basados en gran medida en la anatomía humana.
De hecho, según algunos expertos, el cuerpo humano está construido idealmente para correr, con la mayoría de las características clave contenidas en los pies y los tobillos. Sin embargo, el calzado moderno cambia el funcionamiento de estas máquinas biológicas.
El tamaño, la forma y el peso de la mayoría de las zapatillas obligan al cuerpo humano a adoptar un patrón de golpeo con el talón por delante. Esta zancada no es natural y puede aumentar en gran medida el riesgo de sufrir diversas lesiones.
Por otro lado, en deportes como el powerlifting con ejercicios como el peso muerto o la sentadilla, un calzado muy plano o directamente entrenar descalzo puede mejorar mucho tu rendimiento. Permitirá un mejor apoyo y una mayor estabilidad del peso, gracias a una mejora en la técnica.
Al ejercitarse sin zapatos, la teoría es que estás permitiendo que tus pies y piernas funcionen de la manera en que están destinados.
Los riesgos
Entonces, ¿por qué hemos inventado el calzado? Porque, a pesar de todas las impresionantes funciones del pie humano, tiene algunos puntos débiles.
En concreto, correr descalzo -sin ningún tipo de protección- te expone a muchas lesiones diferentes. Aparte del riesgo de golpear algo con los pies mientras te mueves, la tensión repetida que se ejerce sobre las plantas de los pies puede causar daños importantes.
El calzado moderno, sin embargo, proporciona amortiguación y protección contra este tipo de problemas.
Aspectos a tener en cuenta
El tipo de actividad que practicas es una consideración muy importante a la hora de decidir si debes hacer ejercicio descalzo. Ciertos deportes – o terrenos – simplemente no crean entornos seguros para los pies desprotegidos.
Pero eso no significa necesariamente que tengas que ir totalmente descalzo. Existen muchos zapatos minimalistas que permiten que los pies funcionen de forma natural, pero que proporcionan cierto grado de protección y amortiguación.
