Ayuno intermitente ¡Todo lo que quieras saber!

Este es el tipo más común de ayuno intermitente, que consiste en dividir el día en dos partes, donde comemos por un lado y desayunamos por el otro.

Esencialmente, esto será una extensión del ayuno nocturno. Nuestra rutina diaria suele incitarnos a acostarnos tarde, pasando algunas horas en ayunas entre el almuerzo y la primera comida.

Los períodos de ayuno sugieren extender los ayunos nocturnos al extender estas horas.

shutterstock_1398456602-172x115 Ayuno intermitente ¡Todo lo que quieras saber!

Ayuno 12/12:

Esta será una opción muy suave donde ayunaremos por 12 horas y 12 horas mientras separamos nuestras comidas a lo largo del día.

Esta es una sugerencia que solemos recomendar porque el descanso es muy recomendable para nuestro aparato digestivo.

Ayuno 10/14:

Aquí, el ayuno será de 14 horas y las 10 horas restantes se concentrarán en comer.

Debemos entender claramente que cada uno es diferente y debe seguir la estrategia que mejor se adapte a sus necesidades y necesidades del día a día.

  • Por supuesto, su hora de acostarse debe estar dentro de su período de ayuno, no de su hora de almuerzo.

ADF de alta velocidad

Días de ayuno alternativo El ayuno alternativo o ADF es una estrategia de ayuno de 24 horas. El protocolo más conocido es el protocolo «comer-parar-comer», en el que ayunamos durante 24 horas una o dos veces por semana, siempre que no sean días consecutivos. Siempre se recomienda que la transición sea gradual y no pasar de no utilizar estas estrategias a no comer durante 24 horas.

¿Qué sucede cuando no comemos durante varias horas?

Nuestros cuerpos son muy inteligentes y pueden mantenernos con energía sin alimentos durante varias horas mediante la activación de diferentes vías metabólicas. Hay varias etapas que se activan gradualmente.

Si bien a continuación explicaré las diferentes vías metabólicas por separado para que sean más fáciles de digerir, me gustaría dejar claro que no es un proceso lineal en el que se interrumpen algunas vías activas y se activan otras vías, que se superponen en el proceso. 

Fase temprana o posprandial (0-6 horas después de comer)

Cuando comemos, nuestro cuerpo los utiliza como fuente de energía.

Grasa, proteína y glucosa, siendo esta última el sustrato energético preferido para su uso como fuente de energía.

La glucosa restante se utilizará para reponer las reservas del cuerpo. Inicialmente, esta glucosa se almacenará como glucógeno en el hígado y los músculos. Este proceso metabólico se llama glucogénesis.

Si aún más de la glucosa circulante no se usa para energía, se almacenará como almacenamiento de energía en forma de grasa. Esta vía se llama lipogénesis.

Segunda fase (6-16 horas de ayuno)

Después de unas horas sin comer, la sangre comienza a carecer de glucosa, se activa la vía metabólica que utiliza la energía almacenada en el cuerpo, es decir, la glucogenólisis. En este punto, se utilizarán las moléculas de glucosa almacenadas en el paso anterior.

Por lo tanto, la glucosa almacenada en el hígado reducirá la cantidad de glucosa en la sangre. Cuando estas reservas hepáticas se agotan, se activan dos vías más.

Por un lado, la gluconeogénesis, es decir, la formación de glucosa a partir de proteínas y grasas.

Por otro lado, la lipólisis o catabolismo de los triglicéridos del tejido adiposo (grasa de almacenamiento) para uso directo como fuente de energía o conversión a cuerpos cetónicos, otro sustrato que aportará energía en el proceso rápido.

Tercera fase (a partir de 16 horas de ayuno)

Se apoyará la síntesis de glucosa endógena, especialmente para entregar glucosa a nuestro cerebro en este caso.

Otros órganos, que tienen pequeñas reservas de glucosa, utilizan principalmente la grasa como fuente de energía.

La cuarta fase del ayuno

  • (el inicio de esta fase dependerá de varios factores como la complexión de la persona, la dieta, el ejercicio, el nivel de actividad en la vida diaria)

En este paso final, todos los órganos utilizan energía en forma de cuerpos cetónicos

formados al quemar grasa y la grasa misma.

En esta etapa, el cerebro puede incluso usar estos cuerpos cetónicos para obtener energía. Poco a poco, la energía que tenemos en la sangre y las reservas de energía se utilizará para las actividades diarias.

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